Pinamar se destaca de otras ciudades de la costa atlántica bonaerense por sus vastas y extensas playas de arenas limpias y dunas. Sobre la línea costera presenta una gran cantidad y variedad de paradores y balnearios que reciben a más de 1.6 millones de visitantes durante la temporada veraniega, cuando es frecuente encontrar en el mar personas practicando jet-sky, surf, windsurf, bodyboarding, kite surf y pesca deportiva. Las dunas, por su parte, se prestan para la cabalgatas, caminatas y travesías en vehículos 4x4.

La localidad costera de Pinamar se destaca particularmente por su urbanización curvilínea que se adapta a las irregularidades del terreno sobre dunas y a sus bosques. La forestación en base a ejemplares de pinos comenzó en la década del treinta de manos del Ingeniero Jorge Bunge con el objetivo de fijar las dunas y el suelo arenoso, técnica que se continúa utilizando al día de hoy. No obstante, en los bosques de Pinamar pueden observarse otras especies de árboles, hierbas y arbustos característicos como eucaliptos, álamos, acacias, aromos, lambertianas y cortaderas que dan cobijo a diversas especies de aves pequeñas, incluyendo pájaros carpinteros. Por su alta densidad de pinos, el bosque rememora zonas arboladas más propias del continente europeo que de la zona de las pampas argentinas. Es de destacar que el bosque no cuenta con luz artificial durante la noche.