Vikingo, un motociclista habitante de un barrio periférico, sufre el robo de un vehículo del que depende la economía familiar. Mauro, íntimo amigo de Vikingo, conoce a una joven atractiva.

Vikingo vuelve a su oficio de afilador. Mauro se encariña con Antonella, quien charlando con su madre entiende que debe dejar de frecuentarlo. Sergio entrega a Antonella a una red de prostitución.

Mauro se entera sobre lo ocurrido con Antonella por lo que se responsabiliza e inicia la búsqueda junto a sus amigos. Vikingo se entera del pasado de Sergio.

Mauro le solicita a El Cuervo una escopeta de gran calibre. El proxeneta que fue intimidado por los motociclistas pone en alerta a Sergio. El comisario Rojas interviene por primera vez.

En una llanura se enfrentan Sergio y Mauro, por defender a Vikingo, Mauro asesina a su pariente. El comisario Rojas comienza a hostigar a Vikingo. Antonella es trasladada a Corrientes.

Mauro pierde su trabajo. Vikingo es presionado para que delate al asesino de Sergio. Un motociclista apodado El Topo, afincado en Corrientes, comienza a indagar en busca de Antonella.

Mauro comete un asesinato injustificado, lo que genera en él un profundo sentimiento de culpa. Antonella paulatinamente se va integrando a la rutina del prostíbulo.

Mauro se integra a la rutina delictiva de El Cuervo y junto a este y sus secuaces atacan la morada de un narcotraficante. Antonella se vale de un cliente para ponerse en contacto con gendarmería.

Vikingo sigue escondido en una tapadera. Su hijo le cuenta que Rojas lo está apretando para que le de datos sobre su ubicación. Vikingo decide entregarse para que dejen tranquila a su familia. Rojas lo guarda en una celda.

Vikingo es liberado de la cárcel gracias a un pedido de Mauro. Antonella sigue en el prostíbulo y una compañera es castigada por la delación del dato que pasó ella a gendarmería. A Mauro le reclaman que devuelva el favor.

La gendarmería revienta el prostíbulo en el que tienen encerrada a Antonella. Mauro visita a un misterioso personaje para poder aprender a disparar y así cumplir con el trato que tiene con los mafiosos. El encargo es matar a Julio.

Mauro llega a la casa de Paredes y no logra cumplir con su parte del trato. Allí descubre que Sergio era su padre. Antonella regresa a casa. A Mauro lo hieren los pibes de la bandita que lo buscaba.

Mauro desde la cama del hospital recuerda cómo sucedieron las cosas que cambiaron su vida. Antonella charla con otras chicas que pasaron por situaciones difíciles para tratar de superar su dolor. Antonella visita a Mauro en el hospital.