La llegada de Héctor Germán Oesterheld a una editorial de gran nombre, pero de contenido costumbrista y liviano, causa fascinación y recelos entre sus compañeros.

Cautos por la reputación que lo precede, sus nuevos compañeros y compañeras intentan hacerse con la copia del primer guion que Oesterheld escribe para la Editorial.

Un General del Ejército Argentino llega a la editorial a felicitarlos por su labor. No es una visita más, sino un intento por dejar claro que tienen el ojo puesto en todo lo que se está gestando allí.

La oficina de Oesterheld se traslada a la redacción. Germán de a poco y en las reuniones luego del trabajo, comienza a filtrar comentarios de índole político.

Deciden escribir una historieta de ciencia ficción para cambiar el rumbo de la editorial. En el bar, Oesterheld les cuenta retazos de como él ve el futuro.

El dueño de la editorial procura que la línea de sus productos siga siendo que estén vacíos de todo contenido político. En la oficina uno de los empleados se obsesiona con Oesterheld.

Un clima hostil invade la editorial y a sus empleados. Oesterheld se convierte en quien ayuda a sus compañeros a "ver” y encontrarle el "alma" a sus personajes.

La falta de ideas y el temor de despidos masivos afecta a los integrantes de la redacción. La presencia de Oesterheld y su enorme talento comienza a pesar en sus compañeros y compañeras.

24 de marzo de 1976. El golpe de estado en Argentina es un hecho. Los fantasmas en la cabeza de Oesterheld vaticinan un futuro negro. Los militares se acercan a la editorial.

Oesterheld no aparece en la redacción. Uno de sus compañeros es levantado en una parada de colectivos por un Ford Falcon. Comienza a instalarse la realidad de gente que poco a poco “Desaparece”.

A la redacción llega una terrible noticia: Héctor Germán Oesterheld figura en la nómina de buscados por los Dictadores que integran la Junta Militar.

En la editorial no tienen noticias sobre Germán, las dudas sobre su paradero generan incertidumbre. Se especula con la posibilidad de que uno de sus compañeros haya delatado a Oesterheld.

En 1986, con una democracia establecida y sin saber nada del paradero de Oesterheld, sus antiguos compañeros se reúnen luego de muchos años y deciden visitar a Elsa, su esposa.