El Museo de Arte Tigre tiene como sede un imponente edificio del año 1912 que originalmente fue sede del Tigre Club y es un notable ejemplo de arquitectura neoclásica de finales del siglo XIX. El proyecto estuvo a cargo de la firma francesa Dubois y Pater. Declarado de interés histórico nacional, llaman la atención sus innumerables detalles y adornos y por la calidad de sus materiales como el roble de eslavonia, el mármol de carrara y el hierro utilizado en sus portones. Se destaca en su exterior una pasarela alumbrada que llega hasta el río Luján y su mansarda de tejas de zinc con dos torres aguja en su frente. En su interior se destacan sus salones, en particular un gran espacio para bailes en el primer piso que cuenta con un techo oval abovedado decorado con una pintura del español Julio Vila Paredes.