La Estación Azcuénaga se inauguró en el año 1880, constando en ese entonces de una sencilla casa de madera que luego fue reemplazado por el edificio de dos plantas con techo piramidal y tejas francesas que aún se mantiene en pie. Actualmente, tanto el ramal como la estación se encuentran abandonadas. Las vías que se pierden entre la hierba y el edificio que se recorta sobre el horizonte de la pampa con su aspecto fantasmagórico transportan al observador a coordenadas indefinidas de espacio y tiempo. Presenta detalles como antiguos cercos de madera rotos, algunas construcciones colindantes y un molino de viento.