Creado en el año 1887, el viejo Mercado de Abasto
de Avellaneda fue un importante polo para el desarrollo de la localidad. En el año del Bicentenario, el edificio se reinauguró como Centro Cultural constituyéndose en un nuevo polo cultural de la ciudad. Entre las nuevas comodidades con las que cuenta el edificio se destacan una sala escenográfica y un espacio para realizar exposiciones, también equipado para la proyección de películas. Cuenta, además, con aulas espaciosas, una sala de ensayos con capacidad para 50 personas, un laboratorio de computación, una biblioteca central, áreas administrativas, baños y vestuarios.