Una organización de tráfico de órganos es atrapada por la policía. Santo, el capo de la banda, sospecha que uno de los suyos lo traicionó.

Luego de la muerte del jefe de la banda china, sus miembros le piden a Santo que entregue al Topo, quien lo trasladaba en el momento del hecho.

Santo quiere que su hijo Esteban trabaje con él en la clínica pero éste no quiere. Además, Sajam le pide un favor personal.

Iván va en busca de un deudor y recibe una paliza, dejándolo internado en el hospital. Santo le encarga a Mirko y a el Topo un trabajo de cámara encubierta.

Santo siente aprecio y cariño por una paciente que está esperando un trasplante de corazón. Para conseguirlo, decidirá sacarse de encima al Indio utilizando su corazón.

Santo tiene problemas sexuales con su chica y decide hacer una consulta con un profesional. A su vez, tiene problemas familiares que lo aquejan también.

Greta, la productora que estaba investigando la clínica por el tráfico de órganos, es despedida por pedido de Santos. Su hija fue trasplantada sin éxito y necesitará un corazón nuevo.

En una reunión Guillermo se desmaya, luego de haber tenido una fuerte discusión con Cristina, su esposa.

Guillermo hablando con su sobrino en la estación de servicio donde trabaja, tendrá un infarto que lo dejará internado.

Greta sigue adelante con su investigación y le cuenta a Romano que Iván ya sabe sobre la misma. El médico le confirma a Santo que tiene cáncer.

Esteban es atropellado por un camión y está en grave estado. Los negocios sucios siguen adelante pero Romano y Greta están por desenmascararlos.

Greta llega cerca de la clínica y es capturada por Iván. Piensan en que ésta puede ser su donante. En el momento de la operación, ella se revela impidiendo el procedimiento.

Santo decide sacarle el corazón a su hijo Esteban, que estaba en coma, para trasplantárselo a Guillermo.