El Hostel "El Cairo" de las hermanas Hostales es un lugar lleno de personalidades.

Llegan las y los primeros huéspedes al hostel, y con ellos varias ideas para mejorar el lugar y actividades para ofrecerles.

Astrid y Solange están quedándose sin capital y, ante la negativa de su padre de darles más dinero, tienen que buscar la forma de traer más huéspedes.

Al hostel arriban unos riojanos simpáticos con ganas de divertirse y conocer mujeres porteñas.

En el hostel caerá a hospedarse una pareja de magos divorciados, pero allí por celos, peleas y cenizas de un amor pasado, reflorecerá el cariño entre la pareja separada.

De casualidad caerá en el hostel la prima de las hermanas Hostales, quien está huyendo de sus padres y sus tierras con un novio mapuche.

Astrid prohíbe cualquier tipo de relación amorosa entre empleados. Osvaldo y Solange comentan acerca de la relación entre Astrid y Broch.

En el hostel se hospedarán dos turistas alemanes, quienes tienen una relación de pareja muy abierta, permitiéndose estar con otras personas.

Todos creen que Broche es gay y hasta lo hacen dudar de su sexualidad. El nuevo huésped es un crítico reconocido de hosteles que escribirá un artículo sobre El Cairo.

El padre de las hermanas Hostales está preso y necesita la ayuda de sus hijas, pero ellas se deprimen o no se ocupan. Brosch volverá al "El Cairo" y ayudará al hostel a que tenga luz.

Dos nuevos huéspedes llegarán al hostel para generar celos y confusión. Astrid se verá encantada con Américo, un corredor de caballos y Sonia se pondrá celosa por una italiana que llega y parece interesarse por Hernán.

Las hermanas Hostales olvidan que ese día es el juicio del padre, debido a que cada una anda compenetrada en sus asuntos, una en querer ser madre con Brosch y otra en perder su virginidad.

Finalmente tendrá que cerrar sus puertas el hostel "El Cairo", haciendo que cada persona que trabajaba allí salga a buscar su camino.